Estas no son unas invitaciones de boda corrientes, como tampoco la suya fue una boda corriente.

Diana y Raul ya hace un año que se casaron, pero han decidido celebrarlo con su familia más cercana en Junio. Y no solo celebran eso, sino también que empezará el verano, que estamos vivos, que viven en una casa preciosa rodeada de montañas, de arboles y de animales, que están trabajando muy duro para conseguir sus sueños,  que son felices, que tienen una familia que les quiere …

Desde el principio tenian claro que querían flores y motivos vegetales ya que los dos son muy de campo, hice este pattern con acuarelas y usé el mismo aspecto de postal que en las invitaciones de Samu y Cris, ya que a los dos les gustó mucho.

A ellos les ha encantado el resultado y a mi también 😀